La diabetes y tus sentimientos

       Al igual que tú, muchas otras personas están lidiando con los retos que trae consigo la diabetes. Aunque tu actitud sea la mejor y tengas el deseo de cuidarte hay momentos en quisieras no tener diabetes. Quizás te  preguntas, ¿Por qué yo? También puedes preguntarte por qué eres el único que se siente triste, molesto, con miedo, diferente o que otros se burlen de ti. El sentirse así no quiere decir que hay algo mal contigo sino que a veces esos sentimientos te pueden agobiar. Es natural que esto ocurra, que vivir con diabetes es algo complicado y requiere de un esfuerzo adicional para entender y bregar con la condición.

         Lo más importante de todo esto es que no dejes que la diabetes te decaiga, que pidas ayuda y hables de lo que sientes. Pedir ayuda no tiene nada de malo y te puede ayudar mucho. En especial en la escuela, déjale saber a tu maestra si aun no lo sabe, que tienes diabetes. Si encuentras con alguna reacción negativa de parte de ellos debes hacerlo saber a tus padres, o a quienes te cuidan. El tratar mal a una persona porque tiene diabetes no es normal, no se tolera, es ilegal y debe ser corregido; así que déjalo saber si esto te ocurre. Averigua si hay algún otro estudiante en la escuela que tiene diabetes y búscalo para que compartan experiencias, hablen de sus sentimientos y se ayuden.

         Asiste a un campamento de verano para jóvenes con diabetes como el que ofrece CEBNAD. A través del Internet te puedes comunicar con grupos de apoyo y compartir con otros jóvenes diabéticos. Si tus amigos no entienden lo que es la diabetes, explícale en términos muy sencillos para que sepan porque tienes que hacer las cosas que haces para cuidarte. Los verdaderos y buenos amigos se ayudan, si no lo hacen entonces no son tus amigos. Tú eres tan importante como cualquier otra persona y mereces buenos amigos.

         Establece metas pequeñas como por ejemplo como decirle a un amigo que tienes diabetes y así continua superando miedos de manera y haciendo cosas que no te atrevías a hacer una por una. Si quieres perder peso pide apoyo de tu familia y de verdaderos amigos. Comparte tus inquietudes y pide a tus amigos y familia que te ayuden cuando te sientas mal y a tu familia que coman alimentos saludables y que sean más activos. Después de todo lo que es bueno para ti también le hace bien a todos. Piensa que el plan de alimentos que sigues es un plan como el que debería seguir las personas para combatir la obesidad y otras enfermedades así que tú puedes ser el ejemplo para tu familia y amigos en escoger un estilo de vida saludable.

         Valórate y recuerda que eres importante para muchas personas y que tu vida es valiosa y única. No hay nadie en el universo como tú.