18 de febrero de 2012

La Diabetes - Una condición sumamente compleja

         La diabetes es realmente una serie de desórdenes metabólicos o síndromes del metabolismo que incluyen la hiperglucemia y la hipoglucemia como resultado de la inhabilidad del cuerpo de regular y mantener niveles normales de glucosa en sangre. En general, estos desórdenes ocurren por varias razones que incluyen la ausencia de INSULINA, cantidad insuficiente de insulina, insulina defectuosa, resistencia de los tejidos al efecto de la insulina o puede que sea causada por otra enfermedad o sea que puede ser secundaria a otro desorden.  La insulina es una proteína clasificada como hormona, por lo tanto, es un mensajero químico secretados por glándulas sin ductos y que son transportadas en la sangre para ejercer su efecto en diferentes órganos. La insulina es secretada por el páncreas y viaja en la sangre para ejercer su efecto  en todos los tejidos del cuerpo. Su efecto principal es el de hacer que la glucosa entre en la célula, pero tiene muchas otras funciones en otros órganos como por ejemplo el hígado. En el control de glucosa en sangre, las dos principales hormonas son la insulina y el glucógeno aunque otras hormonas también juegan un papel que indirectamente promueven el alza o baja de glucosa en la sangre según sea necesario para mantener el balance.
          Los desórdenes diabéticos se han clasificado en dos Tipos, aunque estas definiciones y clasificaciones han cambiado a través del tiempo, pero en esencia se les puede considerar que caen bajo uno de dos Tipos. Estos son la Diabetes Tipo I, también conocida como “Juvenil”o dependiente de insulina. El otro grupo o clasificación es el Tipo II que se considera diferente porque no produce, al menos en las etapas iniciales las complicaciones  que la Tipo I produce si no se trata. En mi opinión personal estas divisiones y clasificaciones hacen que el paciente quizás no tome en serio la diabetes Tipo II tanto como la hace en el caso de la Tipo I, sin embargo, cabe mencionar que muchos de los casos de diabetes Tipo II gravitan hacia el lado del Tipo I . Una de las cosas que encuentro interesante y que pienso ayudaría a crear más conciencia sobre esta condición es el hecho de que la diabetes sin controlar provoca enfermedad renal, cardiovascular, nerviosa motora-periferal, visual. De estas las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en PR y EU sin embargo en mi experiencia no he visto que la causa de muerte en una persona que sufre un infarto masivo sea Diabetes. Muy pocas veces he escuchado la expresion "murio de diabetes". La diabetes causa todos estos problemas de salud que eventualmente causan incapacidad y hasta la muerte si no se tratan sin embargo la comunidad médica no le otorga la seriedad que se merece pues solo consideran el último evento en la causa de muerte y no el sinnúmero de problemas causados por la diabetes. Cuando un paciente muere por compresión de un órgano vital, por desnutrición o por los efectos del tratamiento contra el cáncer la causa de muerte siempre es cáncer aun cuando quizás el cáncer no mato a la persona.

La Diabetes Tipo I – Dependiente de insulina (IDDM)(Juvenil)

          La Tipo I tiende a ocurrir con más frecuencia en pacientes jóvenes sin embargo se está observando un número creciente de adultos sufriendo esta condición. Es posible que esto se deba a que muchos de esto adultos llevan un descontrol crónico y nunca quisieron atender los síntomas y sin ser diagnosticados con  Tipo II son entonces diagnosticados con Tipo I.   Esta es la forma más severa de diabetes que ocurre con mayor frecuencia en el paciente no obeso y que debido a la ausencia de insulina puede producir unos efectos agudos que pueden ser una amenaza a la vida. Una de esas complicaciones es la acidosis diabética producida por la ausencia de insulina lo que no le permite a la célula usar la glucosa como fuente de energía. Esto a su vez promueve que el glucógeno sea secretado en la sangre aumentando así más los niveles de glucosa en sangre. Si este ciclo no se detiene el cuerpo detecta que no tiene glucosa para producir energía y  aun cuando hay mucha glucosa disponible comienza a procesar otras sustancias para encontrar esa energía. Cuando el cuerpo llega a un estado donde comienza a romper grasa para de manera directa formar glucosa se liberan en la sangre unas sustancias llamadas cetonas. Estas cetonas son el producto de la destrucción de células de grasa para formar energía. La acumulación de las cetonas en sangre hace que la persona enferme y si no se trata termina por causar daño a órganos, aumentar la acidez de la sangre y causar perdida conocimiento, deshidratación severa y muerte.  En este cuadro puedes ver que los órganos que crean balance en el cuerpo no pueden lidiar con los múltiples problemas, glucosa alta, nivel de acidez alta, glucógeno elevado entonces el paciente se descompensa y ocurre la cetoacidosis diabética o la coma hiper-osmolar las cuales son producto de una deshidratación severa y la acumulación de sustancias en exceso en la sangre.
          En la Tipo I las células Beta del páncreas no pueden secretar la insulina necesaria pues por alguna razón dejan de responder a los niveles de glucosa en sangre, por lo tanto se requiere de insulina externa para cubrir la deficiencia. Se estima que el daño que sufren las células Beta y que provocan su deficiencia es el producto de una combinación de factores de inmunidad,  factores ambientales y genéticos. Se ha hablado de antígenos asociados con la diabetes Tipo I siendo estas sustancias que al estar en el cuerpo producen una respuesta del sistema inmune. Para efectos del cuerpo, un antígeno es un invasor. Se cree que en el caso de la Tipo I el antígeno o agente extraño son las células Beta, la propia insulina o los lugares donde la insulina se une con las células (receptores).  La reacción del sistema autoinmune a el antígeno se manifiesta en la forma de anticuerpos y estos anticuerpos pueden atacar las células Beta del páncreas, los receptores de insulina y hasta la misma insulina haciéndola inefectiva para ejercer su efecto regulador natural. En resumen podemos decir que la Tipo I se define como un desorden autoinmune de ausencia insulina provocada por un insulto ambiental o una infección en personas con una predisposición genética a generar respuestas autoinmunes exageradas contra sus propios tejidos. Esto lo cubriremos en detalle en el próximo artículo.
          La prevalencia de diabetes Tipo I es muy alta en las regiones de Europa del norte como Escandinavia pero también en Italia y Alemania. Es decir, que del número total de diabéticos en esas aéreas del mundo el 80% al 95%  del total de diabéticos  son diabéticos Tipo I. En Latinoamérica estamos plagados con la Tipo II y la incidencia de Tipo I va en aumento preocupante quizás epidémico. En China la diabetes Tipo I es literalmente inexistente.

La Tipo II (No dependiente de insulina o mejor dicho menos dependiente) (NIDDM)(LA SUAVE QUE MATA)

          Esta condición, en términos generales se caracteriza por una disminución en la cantidad de insulina disponible en el cuerpo o por la disminución de su efectividad para regular la glucosa o por la resistencia del cuerpo a usarla para su beneficio. La diferencia con este Tipo de diabetes es que normalmente no provoca las emergencias típicas de la Tipo I, se desarrolla de manera más lenta y la gente tiende a pensar que no es tan mala como la Tipo I. En realidad el hecho de que esta enfermedad comience de manera lenta es la razón misma que en mi entender la hace más peligrosa. Debido a esta ambigüedad de síntomas y la creencia social de que no es una condición tan seria para el tiempo en que se diagnostica en una persona el daño a los órganos del cuerpo es literalmente irreversible. Por eso es que las unidades de diálisis en PR se mantienen operando de manera tan exitosa y con una clientela amplia. También es la razón por la cual las enfermedades cardiovasculares son la causa más importante de muerte en PR. Eso no es coincidencia ya que los efectos a largo plazo de la hiperglucemia son precisamente, la enfermedad renal y la cardiovascular. Los mecanismos para que esto suceda son complejos y no los cubriré en este artículo sino que los dejare para una próxima ocasión. Sin embargo debo mencionar que el contenido alto de glucosa en sangre hace estragos en el sistema circulatorio mediante un proceso de inflamación que provoca el endurecimiento y obstrucción de arterias y venas. Uno de los efectos más devastadores de la hiperglucemia es el descontrol que provoca en los niveles de colesterol, lo que también lleva a problemas circulatorios.

          La diabetes Tipo II no se relaciona a autoinmunidad, al menos no se ha establecido una relación directa. Sin embargo si se relaciona a la herencia y a los estilos de vida no saludables. Esta condición es definida como una diabetes que no produce cetoacidosis, no asociada a antígenos, anticuerpos ni a insultos tóxicos. Se ha relacionado más con estilos de vida, peso corporal y la acumulación de grasa alrededor de los órganos y no tanto a la acumulación a grasa debajo de la piel (subcutánea). En este Tipo la insulina es suficiente para mantener cierto balance de glicemia y no permitir la emergencia de la cetoacidosis. Se ha observado que en pacientes que sufren de esta los tejidos del cuerpo pierden la sensibilidad a los efectos de la insulina de ese modo los niveles altos de glucosa en sangre durante largos periodos de tiempo hacen que el páncreas y las células Beta pierdan la capacidad de llevar a cabo  sus funciones quizás porque se ha agotado la capacidad natural del páncreas para responder. La sobrecarga acaba con dañar el restante de células Beta funcionales pudiendo llevar al paciente a sufrir de DMI. En los casos de la Tipo II la corrección de la hiperglucemia por medio de medicamentos, modificación de dieta y aumento en actividad física pueden controlar y hasta revertir los efectos del daño al páncreas así como prevenir el desarrollo de la Tipo I. En estudios con gemelos idénticos (homocigóticos) mayores de 40 años se ha observado que cuando uno desarrolla Tipo II el otro la desarrolla dentro de los siguientes doce meses.

          Existen un sinnúmero de variaciones e infinitos factores que entran en juego paras determinar cómo se manifestara la condición en cada persona. La realidad es que aun no se ha determinado con exactitud los verdaderos factores causantes en una medida en la que se pueda entonces contrarrestarlos y vencer la enfermedad. La insulina continua siendo prueba que es una terapia efectiva pero es meramente remediativa y no curativa. La tecnología parece enfocarse en métodos de administración de insulina únicamente y no en formas de encontrar una solución permanente La diabetes continua siendo un negocio billonario para aquellos que producen los suplidos esenciales para su manejo y esto me hace pensar que para algunos es posible que el encontrar una cura sea una tragedia económica, sin embargo para los 170 millones de personas que actualmente padecen la condición en una de sus formas, la cura seria una oportunidad de regresar su cuerpo al balance natural que debe tener y hasta una segunda oportunidad para cuidarlo su cuerpo de manera más apropiada. Cabe también en todo esto el pensar en las implicaciones que esta condición tendrá en los próximos 20 años si no se logra encontrar una cura pues las tendencias indican que el ser humano continuara asumiendo estilos de vida menos saludables y realizando menos actividad física.  Por ahora y sin centrarnos mucho en el futuro nuestro presente necesita atención y se debe informar sobre la condición, motivar el cuidado preventivo y asegurarnos de que la entidades públicas y privadas no se olviden que esto es un problema que se debe atender con algo más que palabras que requiere la inversión de fondos e infraestructura en aquellos sectores de la población dispuestos a dar la batalla contra la enfermedad mas sigilosa y destructiva de todos los tiempos, DIABETES.

Waldemar Cordero Bonilla 
BSN – RN 
Sugar Free Kids, Corp.






1 comments:

Anónimo dijo...

Muy interesante...

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